En primer lugar, elige un abogado con el que te sientas cómodo. Si no te gusta tu abogado en la primera reunión, corres el riesgo de quedar insatisfecho a largo plazo. Tu caso penal va a durar al menos unos meses, más que probablemente, con múltiples reuniones y llamadas telefónicas. Necesitas sentirte lo bastante cómodo como para contárselo todo a tu abogado, por lo que te resultará difícil transmitirle información importante sin una buena relación interpersonal. En segundo lugar, obtienes lo que pagas, así que recuerda no elegir a un abogado basándote únicamente en el bajo coste. En tercer lugar, elige a alguien que se dedique habitualmente a casos penales. Por ejemplo, Rideout Law no se dedica al derecho de familia ni a los contratos, ¡pero llevamos casos penales todos los días! En cuarto lugar, busca, llama o reúnete con al menos unos cuantos abogados antes de tomar una decisión. Y pregunta a amigos o familiares que hayan tenido un caso penal en el pasado a quién recurrieron y si quedaron satisfechos.